Durante el confinamiento iniciado a partir de la declaración del primer estado de alarma el pasado 16 de marzo, el Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) recibió un 25% menos de pacientes con sospecha de ictus respecto a las cifras del año anterior. Estos datos son similares a los observados en otros centros nacionales.
Nuria Aymerich Soler, neuróloga de la Unidad de Ictus del CHN señala que “nuestra impresión es que ante los ictus que debutaban con mayor afectación o gravedad se siguió avisando al 112 y pudieron acceder al tratamiento adecuado. Sin embargo, ictus con síntomas más leves o transitorios (a veces potencialmente muy graves…) no accedían a los servicios de urgencias, probablemente por miedo al contagio”.
Esta situación, sobre la que quiere alertar Adacen, es muy preocupante puesto que en el caso del ictus es esencial la atención sanitaria urgente para la recuperación. “Se pierde la oportunidad de que, si se cumplen unos determinados requisitos que se valoran a la llegada del paciente a urgencias, se puedan administrar los tratamientos adecuados demostrados como eficaces para disminuir las secuelas del ictus. Uno de los principales requisitos es la llegada a urgencias cuanto antes desde el inicio de los síntomas porque el tratamiento es más eficaz cuanto antes se administre”, alerta Nuria.
“Incluso si el paciente acude a urgencias pero no es candidato a estos tratamientos (no cumple los requisitos para que sean eficaces y seguros), también se beneficia por su ... |